Enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn se trata de una afección crónica que produce enrojecimiento, inflamación e irritación a lo largo del tracto digestivo.

La salud gastrointestinal es clave para desarrollarse de manera óptima en el día a día; absorber la energía proveniente de los alimentos y aprovecharla para el desarrollo de actividades, es uno de los puntos más importantes para mantener una calidad de vida alta.

Estudiada desde 1932 por el Dr. Burrill B. Crohn, la enfermedad de Crohn forma parte de un grupo de padecimientos conocidos como enfermedades inflamatorias intestinales o EII. Esta consiste en una inflamación crónica del tubo digestivo que afecta con más frecuencia el intestino delgado y el comienzo del intestino grueso. Puede producir dolor abdominal, diarrea grave, fatiga, pérdida de peso y malnutrición.

En los últimos años, la incidencia de la enfermedad de Crohn ha aumentado a nivel mundial sin una razón conocida. Es más común en personas de ascendencia norte europea y anglosajona, y por lo general aparece por primera vez entre los 14 y los 24 años.

¿Por qué se presenta?

No se conoce una causa específica para el desarrollo de este padecimiento; sin embargo, algunos expertos estudian la relación de su aparición con fallas en el sistema inmune. Se cree que puede tratarse de un virus o bacteria que afecta su desempeño, desencadenando una hiperreacción frente a agentes ambientales, algunas infecciones o una dieta, produciendo a su vez una inflamación anormal en la pared intestinal.

Por otro lado, también parece involucrar una predisposición hereditaria, ya que es más común entre las personas con cierta carga genética. Hasta 1 de cada 5 personas con la enfermedad de Crohn tiene un familiar con la misma enfermedad (The Crohn’s & Colitis Foundation, 2022).

Además, se ha encontrado que algunos factores pueden aumentar la gravedad del padecimiento, por ejemplo, el tabaquismo, el estrés y el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides.

¿Cuáles son las complicaciones?

Quienes padecen la enfermedad de Crohn pueden vivir un proceso debilitante y doloroso, que en algunas ocasiones trae consigo consecuencias que ponen en peligro la vida, tales como:

Obstrucción intestinal: Algunas partes del intestino pueden estrecharse y formar un tejido que impide el flujo digestivo.
Úlceras: Llagas abiertas en cualquier parte del tracto.
Fístulas: Pasajes anormales entre dos órganos o entre un órgano y el exterior del cuerpo.
Fisura anal: Pequeña rotura en el tejido que recubre el ano o la piel alrededor.
Malnutrición: Es común desarrollar anemia debido a los bajos niveles de hierro o vitamina B12 que provoca la enfermedad.
Abscesos: Aparecen cuando la inflamación atraviesa la pared de los intestinos.
Otros padecimientos: Existe mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon y coágulos sanguíneos.

¿Cómo vivir con la enfermedad?

Se trata de una afección crónica, así que puede ir y venir en diferentes momentos de la vida. Aunque no existe una cura, hay tratamientos que pueden reducir considerablemente los síntomas e incluso lograr una remisión de largo plazo.

Aunque no se ha demostrado una relación directa de la enfermedad con el régimen alimenticio, en algunos casos, las personas afectadas han afirmado que ciertas dietas han ayudado a mejorar su inflamación; aunado a esto, se pueden administrar ciertos nutrientes concentrados para compensar la absorción deficiente que produce la enfermedad.

En caso de padecerla, es importante estar en continua comunicación con el especialista médico, así como tener una revisión recurrente de los niveles de nutrición, densidad mineral ósea, riesgo de infecciones, estado de inmunización y cualquier problema con el hígado, ojos y piel.

Si tienes algunas dudas, es aconsejable consultar nuestro directorio y solicitar una cita con especialistas para orientarte en el mejor tratamiento para ti.

Consulte a su médico. Los artículos del blog «Salud de Hierro» no constituyen orientación médica ni deben ser utilizados con fines diagnósticos o terapéuticos.