Cáncer infantil y juvenil

By 13 septiembre 2022Artículos

Aunque no es tan frecuente en niños y adolescentes, el cáncer es una causa importante de muerte después de la primera infancia.

Con una gran capacidad de propagarse por todo el cuerpo, diariamente el cáncer cobra la vida de millones de personas en todo el mundo, tan solo en México se reportan 12 defunciones por cada cien mil habitantes (INEGI, 2021) .

La mayoría de las personas con este diagnóstico son adultos mayores, pero puede aparecer a cualquier edad. En edades tempranas, el cáncer se presenta con más frecuencia en personas de 15 a 39 años; sin embargo, sigue siendo la segunda causa principal de muerte entre los niños de 1 a 14 años, después de las lesiones no intencionales (Healthy Children, 2019).

A diferencia de los adultos, se desconocen las causas específicas de cáncer en niños y adolescentes, y tampoco se considera prevenible. Al igual que en los adultos, surge por una mutación de ADN que implica un error en las instrucciones del cuerpo y puede provocar que la célula detenga su función normal, que se divida e infiltre sin control, destruyendo el tejido sano.

Aunque pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, algunos de los tipos más comunes en niños y adolescentes son:

Leucemia

Afecta los tejidos encargados de la sangre en el organismo, específicamente médula ósea y sistema linfático, produciendo un exceso de glóbulos blancos anormales e incapaces de combatir las infecciones, desplazando a los sanos, y abriendo la posibilidad a que virus, bacterias u otros microorganismos infecten al cuerpo. Estas células cancerosas pueden incluso atacar a los glóbulos rojos y plaquetas, impidiendo que el sistema reciba oxígeno de la manera adecuada o que detenga el sangrado cuando hay lesión.

Entre los subtipos más comunes en niños y adolescentes se encuentra la leucemia linfoide aguda, que consiste en la aparición de un tipo de glóbulos blancos llamados linfoblastos; y la mieloide aguda que se caracteriza por células cancerosas de nombre mieloblastos y monoblastos.

Cáncer infantil

Cerebral

Surge con el crecimiento anormal de células nerviosas del cerebro o columna, las cuales ocupan espacio y afectan el movimiento normal, sensación, pensamiento o comportamiento. Algunos de los tumores cerebrales más comunes en niños y adolescentes son los astrocitomas; neuroectodérmicos primitivos; gliomas del tronco encefálico, que llegan a afectar la frecuencia cardiaca, respiración y deglución; y los ependimomas, que pueden provocar la propagación de las células cancerosas a diferentes partes del cerebro o médula espinal.

Linfoma

Se trata de un cáncer del sistema inmune, perjudica a los ganglios linfáticos y otras glándulas como las amígdalas o el timo. Quienes lo padecen producen células inmaduras que no les permiten defenderse de agentes externos. Además, estos linfocitos enfermos permanecen por más tiempo y se multiplican, haciendo que el bazo y el hígado se hinchen. Los principales tipos de linfoma son el de Hodgkin y el No Hodgkin.

Neuroblastoma

Por lo general aparece en la glándula suprarrenal y alrededor de ella, pero también puede presentarse en abdomen y tórax, cuello y cerca de la columna vertebral. Los neuroblastos son células nerviosas inmaduras que se producen desde la etapa fetal; durante el desarrollo prenatal se convierten en células nerviosas, fibras o parte de las glándulas suprarrenales;en la mayoría de los casos, las que continúan inmaduras después del parto desaparecen; sin embargo, a veces forman tumores. Este cáncer puede afectar el funcionamiento normal y propagarse por la piel, la médula ósea, huesos, ganglios e hígado.

Tumores de Wilms

El nefroblastoma es el tipo de cáncer de riñón más frecuente en los niños (Mayo Clinic, 2021), se presenta mayormente entre los 3 y 4 años de edad. Las células renales inmaduras generan una masa abultada en el abdomen y pueden afectar su función e incluso diseminarse a los huesos, hígado, pulmones, cerebro o ganglio linfático.

En países con servicios sanitarios integrales, el nivel de supervivencia a este y otros tipos de cáncer infantil y juvenil, es alto. La mayoría de los cánceres infantiles se pueden curar con medicamentos y otros tratamientos.  La atención oportuna por parte de especialistas es clave para recuperar la calidad de vida, cuando es detectado en una etapa temprana, responde mucho mejor a los intentos médicos para evitar complicaciones y propagación.

Si tienes algunas dudas respecto al estado de salud de tu familia, te invitamos a consultar nuestro directorio y solicitar una cita con nuestros oncólogos para orientarte en el mejor tratamiento. Consulte a su médico. Los artículos del blog «Salud de Hierro» no constituyen orientación médica ni deben ser utilizados con fines diagnósticos o terapéuticos.

REFERENCIAS

 

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