El síndrome del intestino irritable es trastorno crónico del tubo digestivo que está asociado a un hábito intestinal alterado y es una de las razones más comunes de visita al médico.
El sistema digestivo es el encargado de transformar y absorber los alimentos que se consumen día a día; está formado por el tracto gastrointestinal, hígado, páncreas y vesícula biliar. Cuando algún órgano no se encuentra en estado óptimo y su funcionamiento se ve alterado, pueden aparecer molestias en diversas partes del cuerpo, afectando el nivel de energía e incluso estado anímico.
El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno del movimiento de los intestinos, la sensibilidad de los nervios o la forma en que el cerebro controla algunas de estas funciones; es decir, el tracto gastrointestinal trabaja de manera distinta, ya que puede moverse más lento o rápido que el promedio.
La mayoría de las personas con este padecimiento tienen un aspecto saludable, pero refieren molestias importantes. En estos casos, el sistema digestivo puede ser especialmente sensible a estímulos, como gases intestinales o contracciones. El cuerpo no muestra anomalías estructurales en endoscopía, pruebas de diagnóstico o análisis de sangre; así que, para obtener su diagnóstico, se utilizan las características de sus síntomas y el resultado negativo a otros trastornos parecidos.
¿Por qué se produce el síndrome del intestino irritable?
El SII es 1 – 2 veces más común en mujeres que en hombres y se diagnostica más frecuentemente en personas menores de 50 años o en quienes tienen antecedentes familiares de su padecimiento.
No existe una causa específica del SII, pero se encuentran diversos factores que contribuyen a su aparición:
- Contracciones musculares en el intestino que surgen conforme los alimentos pasan a través del tracto digestivo; cuando son más fuertes y prolongadas, pueden causar gases, hinchazón y diarrea; mientras que las lentas provocan heces duras y secas
- Anomalías en los nervios del sistema digestivo que hacen que el cuerpo reaccione de forma exagerada a los cambios normales de la digestión.
- Una infección grave o gastroenteritis puede ser la precursora del padecimiento.
- Cambios en bacterias, hongos y virus del intestino.
Independientemente de las causas que provoquen el cambio en la motilidad del intestino, algunos factores pueden ser desencadenantes de un episodio de síntomas, por ejemplo:
- Comidas hipercalóricas o dietas con alto contenido en grasas.
- Consumo de elementos a los que se presenta intolerancia, como lácteos, frutas cítricas, frijoles, trigo, etc.
- Alimentos con alto nivel de carbohidratos.
- Factores de presión emocional como el estrés, que, aunque no es una enfermedad psicosomática como tal, sí puede contribuir al desarrollo de síntomas.
- Hábitos de alimentación deficientes como comer muy deprisa o después de un largo periodo de ayuno.
- Alteraciones en nivel de hormonas o incluir ciertos fármacos.
¿Qué medidas se pueden tomar?
Al influir en el proceso de digestión, el síndrome de intestino irritable afecta la calidad de vida de manera importante. El nivel de energía puede disminuir considerablemente, es un motivo importante de aislamiento social y menor productividad; por ejemplo, las investigaciones demuestran que quienes lo padecen pierden tres veces más días laborales (Mayo Clinic, 2021). Por otro lado, en algunas personas, los síntomas derivan en ansiedad o depresión, que a su vez puede intensificar el padecimiento intestinal.
Dependiendo de las características del síndrome y del estilo de vida del paciente, el tratamiento y recomendaciones del médico pueden diferir, abarcando desde medicinas, probióticos, dieta específica o terapias de salud mental. Algunas sugerencias generales son: evitar alimentos que generen gases y provocan diarrea o hinchazón; aumentar la fibra e ingesta de agua para el estreñimiento; disminuir situaciones estresantes; e incluir actividad física de manera regular.
En caso de mostrar síntomas de malestar intestinal, detectar disminución de productividad o consecuencias en el estado anímico, es necesario acudir con un gastroenterólogo que pueda realizar el proceso adecuado para su diagnóstico y tratamiento.
Si tienes algunas dudas, es aconsejable consultar nuestro directorio y solicitar una cita con especialistas para orientarte. Consulte a su médico. Los artículos del blog «Salud de Hierro» no constituyen orientación médica ni deben ser utilizados con fines diagnósticos o terapéuticos.
REFERENCIAS
- Mayo Clinic. Síndrome del intestino irritable. [Internet] Rochester, Estados Unidos. 1 de diciembre de 2021 (consultado el 23 de octubre de 2022). Recuperado de: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/irritable-bowel-syndrome/symptoms-causes/syc-20360016#:~:text=El%20s%C3%ADndrome%20de%20colon%20irritable,que%20controlar%20a%20largo%20plazo.
- Manual MSD. Síndrome del intestino irritable [Internet] New Jersey, Estados Unidos. Julio del 2022 (consultado el 23 de octubre de 2022)). Recuperado de: https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/trastornos-gastrointestinales/s%C3%ADndrome-del-intestino-irritable/s%C3%ADndrome-del-intestino-irritable
- American College of Gastroenterology. Síndrome del intestino irritable [Internet] Bethesda, Estados Unidos. Enero de 2018 (consultado el 23 de octubre de 2022). Recuperado de: https://gi.org/patients/recursos-en-espanol/sindrome-del-intestino-irritable
- National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases. Síndrome del intestino irritable [Internet] Bethesda, Estados Unidos (consultado el 23 de octubre de 2023). Recuperado de: https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-digestivas/sindrome-intestino-irritable