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La varicela es una enfermedad infecciosa ocasionada por un virus llamado varicela zóster. Esta enfermedad es altamente contagiosa y muy común durante la infancia.
La adquisición del virus se da mediante contacto directo con las lesiones, mismas que se presentan en forma de ampollas con líquido y provocan escozor.
Sin embargo, sus síntomas pueden controlarse con facilidad y tener una recuperación efectiva en niños sanos. En casos graves, las lesiones pueden afectar zonas como ojos, garganta y boca; y requieren otros tratamientos.
Síntomas y evolución del virus
Los síntomas iniciales de la varicela se presentan entre 10 y 21 días después de tener contacto con el virus y pueden ser:
- Fiebre
- Fatiga
- Malestar general
- Dolor de cabeza
Subsecuente a esto aparecen las ampollas que comienzan como pequeños bultos parecidos al piquete de un mosquito, después se llenan de líquido y finalmente se drenan. La última fase de la ampolla es cuando se cubre por una costra que sana la piel y posteriormente se cae. Puede dejar una cicatriz, por lo que se recomienda tener el menor contacto con las lesiones.
Riesgo y prevención
A pesar de que esta infección viral es controlable y los síntomas se pueden mitigar con facilidad, algunas personas presentan mayor riesgo:
- Mujeres embarazadas.
- Recién nacidos cuyas madres han tenido varicela desde cinco días antes hasta dos días después del parto.
- Bebés prematuros expuestos a varicela o herpes zóster.
- Personas con sistema inmunológico comprometido por enfermedades crónicas.
- Pacientes con tratamientos de esteroides.
Se recomienda acudir con un especialista:
- si el paciente tiene menos de 6 meses;
- las ampollas llegan a los ojos;
- las erupciones duelen, palpitan, enrojecen o se sienten calientes;
- no cede la fiebre;
- se presenta desorientación, mareos o pérdida de la conciencia.
Existe la posibilidad de adquirir la vacuna para prevenir o mitigar los efectos del virus de la varicela zóster. Este esquema se recomienda en todos los niños, así como en adolescentes y adultos que no hayan presentado la enfermedad.
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Con información de Mayo Clinic y CDC.
Consulte a su médico. Los artículos del blog «Salud de Hierro» no constituyen orientación médica ni deben ser utilizados con fines diagnósticos.
