Neumonía: cuida tus pulmones

La neumonía es una infección que puede afectar uno o ambos pulmones. Esta enfermedad provoca que los sacos de aire en los pulmones se llenen de líquido o pus, lo que genera síntomas como tos con flemas. La gravedad de la neumonía puede variar de moderada a grave, dependiendo de factores como el tipo de infección y la edad del paciente.

¿Qué causa la neumonía?

La neumonía es causada principalmente por bacterias presentes en el ambiente, aunque también puede desarrollarse después de un resfriado o una infección de influenza. Además, existen otros factores de riesgo que pueden desencadenarla, como una hospitalización prolongada, el trabajo en centros de atención médica o la aspiración de partículas extrañas en los pulmones.

Síntomas de la neumonía

Los signos y síntomas pueden variar en intensidad. Los más comunes incluyen:

Dolor en el pecho al respirar o toser

Tos con flema o pus

Fiebre

Escalofríos

Desorientación (especialmente en adultos mayores)

Vómito y diarrea

Los síntomas pueden variar según cada persona; por eso, es importante estar atentos a cualquier signo de alarma.

Complicaciones

En algunos casos, la neumonía puede derivar en complicaciones graves, tales como:

Bacteriemia: Ocurre cuando las bacterias ingresan al torrente sanguíneo, lo cual puede llevar a una infección en otros órganos y aumentar el riesgo de disfunción multiorgánica.

Derrame pleural: Es una acumulación de líquido alrededor de los pulmones, que a veces necesita ser drenado con una sonda o cirugía.

Absceso pulmonar: Se refiere a la acumulación de pus en una cavidad pulmonar. Dependiendo de la gravedad, puede requerir tratamiento con antibióticos o cirugía.

Prevención de la neumonía

La neumonía se puede prevenir manteniendo un esquema de vacunación actualizado, especialmente en niños menores de dos años y en adultos mayores de 65, quienes están en mayor riesgo. También es fundamental mantener buenos hábitos de higiene, no fumar y llevar un estilo de vida saludable.

Recuerda que la información aquí mostrada es meramente informativa y no reemplaza la opinión de un experto, los síntomas pueden variar de persona a persona y en caso de sospecha es importante solicitar atención médica.