El llamado síndrome poscovid-19 representa los efectos secundarios de la enfermedad por coronavirus que continúan permeando en la salud de la población mundial. A más de un año desde que surgió esta ola de infección, muchas de las personas que se contagiaron siguen padeciendo las secuelas de este virus, incluso meses después de haberse recuperado.
También conocido como covid prolongado o persistente, el término hace referencia a una amplia gama de problemas nuevos o recurrentes que las personas pueden experimentar después del primer contacto de infección con el virus SARS-CoV-2.
Dichas complicaciones se han presentado principalmente en adultos mayores y personas con muchas afecciones médicas graves. Sin embargo, no están exentos los jóvenes o las personas sanas; pues cualquier persona diagnosticada puede sentirse mal durante lapsos más largos.
Como resultado, las investigaciones demuestran que la gran mayoría de los pacientes que se han recuperado de esta enfermedad han desarrollado el síndrome de fatiga crónica, un trastorno complejo caracterizado por cansancio extremo que empeora con la actividad física o mental y no mejora con el descanso. Pero también se deben tener en consideración otros indicios y consultar a su médico a la brevedad.
¿Cuándo se considera síndrome poscovid-19?
Después de pasar hasta tres semanas en recuperación por infección de covid-19, aunque existen casos en los que el proceso es más largo e incluso, toma varios meses, sin embargo en los cuadros más crónicos, las personas pueden presentar daños permanentes.
Los síntomas recurrentes son:
- Fatiga o cansancio intensos
- Dificultad para respirar
- Dolor de cabeza
- Problemas para pensar o de concentración
- Dolor muscular o articular
Otros síntomas menos comunes incluyen:
- Problemas para dormir
- Latidos rápidos
- Mareos
- Depresión
- Ansiedad
- Pérdida de cabello
- Gusto u olor alterado
- Hormigueo
- Entumecimiento
Complicaciones en otros órganos
A partir de estos hallazgos, investigadores y especialistas de Mayo Clinic resaltan que además de las evidentes afectaciones en el aparato respiratorio y los pulmones; el síndrome poscovid-19 también repercute en otros órganos del cuerpo humano. Incluso en las personas que manifestaron síntomas leves de covid-19, los daños más severos presentados a largo plazo en estos pacientes incluyen:
Corazón – Las pruebas por imágenes hechas meses después de la recuperación han mostrado daño prolongado al músculo cardiaco, un potencial riesgo de insuficiencia cardiaca y otras complicaciones relacionadas en el futuro.
Pulmones – El tipo de neumonía que suele asociarse a la covid-19 puede causar daño duradero a los diminutos sacos de aire (alvéolos) de los pulmones. El tejido cicatricial resultante puede llevar a problemas respiratorios a largo plazo.
Cerebro – Incluso en personas jóvenes, la covid-19 puede causar accidentes cerebrovasculares, convulsiones y el síndrome de Guillain-Barré, una afección que causa parálisis temporaria. Este virus también puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson y la del Alzheimer.
Se debe considerar que como en cualquier enfermedad, es muy difícil predecir con certeza los resultados a largo plazo, por lo que se recomienda seguir atendiendo las precauciones que incluyen el uso de mascarillas, el distanciamiento físico, medidas de higiene, así como realizarse pruebas de detección de manera oportuna.
Referencias:
- Mayo Clinic. COVID-19 (coronavirus): Efectos a largo plazo [Internet]. Rochester, Estados Unidos; 08 de abril de 2021 [consultado el 19 de julio de 2021]. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/coronavirus/in-depth/coronavirus-long-term-effects/art-20490351
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