Resfriado común: por qué ocurre y cómo cuidarte mejor

El resfriado común es algo que muchos hemos experimentado alguna vez: una nariz tapada, un estornudo imprevisto, esa garganta reseca que nos avisa de que algo anda mal. Aunque suele ser leve, sus molestias pueden alterar nuestro descanso, trabajo o rutina diaria, y por eso vale la pena entenderlo bien, saber cómo aliviarlo y evitar riesgos innecesarios.

¿Qué sucede cuando tienes un resfriado común?

Cuando estás resfriado, tu cuerpo está reaccionando a un virus que ha ingresado por las vías respiratorias. Ese virus puede entrar al tocar superficies y después llevarte las manos a la nariz, boca u ojos, o al inhalar gotitas que alguien infectado expulsa al toser o estornudar. El sistema inmunológico responde, y de ahí brotan los síntomas: congestión, irritación de garganta, estornudos, tos y sensación de cansancio.

El resfriado común no suele ser una enfermedad grave, pero sí molesta: puedes sentirte fatigado, incómodo al respirar o con poca energía. En general, los síntomas comienzan de manera gradual y, después de unos días, empiezan a disminuir.

Síntomas habituales en el resfriado común

No todas las personas lo experimentan igual ni con la misma intensidad, pero hay señales muy características:

Congestión o goteo nasal y estornudos frecuentes.
Irritación o dolor de garganta, a veces acompañada de tos.
Malestar general, sensación de cansancio y cuerpo “pesado”.
Ojos llorosos o molestias al respirar por la nariz.

Estos malestares suelen aparecer uno o dos días después de la exposición al virus, y en la mayoría de los casos desaparecen en el transcurso de una semana, aunque algunas molestias —como la tos— pueden extenderse un poco más.

¿Qué puedes hacer en casa para sentirte mejor?

Pasar por un resfriado común no tiene por qué ser complicado. Hay hábitos sencillos que ayudan a aliviar las molestias y apoyar la recuperación:

Descansa lo suficiente, evitando actividades intensas.
Mantente hidratado con agua, infusiones o líquidos tibios para disminuir la irritación y la congestión.
Alivia la garganta con gárgaras de agua tibia con sal.
Utiliza vapor o humidificadores, ya que respirar aire húmedo ayuda a despejar la nariz.
Evita ambientes irritantes, como humo, polvo o temperaturas muy cambiantes.

Estas medidas no “curan” el resfriado de inmediato, pero sí hacen que el proceso sea más llevadero.

¿Cuándo conviene consultar a un especialista?

Aunque el resfriado común suele resolverse solo, hay señales que indican que es mejor solicitar atención médica: fiebre alta persistente, dificultad para respirar, dolor intenso en garganta o pecho, síntomas que empeoran o que duran más de lo habitual.

Consultar a un profesional también es recomendable si los síntomas interfieren con tus actividades diarias o si tienes dudas sobre tu recuperación.

La importancia de no automedicarte

Un error común es pensar que cualquier infección respiratoria requiere antibióticos. En el caso del resfriado común, esto no es así: los antibióticos no funcionan contra virus. Automedicarte puede ocasionar efectos adversos, interacciones con otros medicamentos y favorecer la resistencia bacteriana.

Incluso los medicamentos de venta libre deben usarse con responsabilidad. Si decides tomarlos, sigue las indicaciones del empaque y considera consultar a un profesional de la salud.

¿Necesitas atención médica?

En Hospitales Puerta de Hierro queremos acompañarte en cada etapa de tu bienestar. Si tienes dudas sobre tus síntomas o deseas una valoración, puedes consultar nuestro directorio médico, donde encontrarás especialistas en distintas áreas listos para ayudarte.